
La jornada se avecinaba larga y después de 14 horas de viaje para llegar a Viveiro nos apetecía tomar un descanso antes de atacar con las bandas. Una vez instalados en el Resucamp nos dimos una vuelta por el centro de Viveiro para tomar un par de cañas mientras perfilábamos una lista de los conciertos que no nos podíamos perder. La elección no fue fácil y lo dejamos todo en manos del azar y la improvisación.
Como buena primera vez en un festival nos propusimos encontrar aquello que identifica el evento y rápidamente nos dimos cuenta que como otros grandes festivales, aquello que marca la esencia del Resurrection Fest es el interés que este despierta en los mismos vecinos de Viveiro. Tiendas de ropa con camisetas de Motörhead, bares con música heavy de fondo y la amabilidad y simpatía de todos los viveirenses hacia los festivaleros fueron ejemplos de cómo se transforma esta localidad de Lugo durante los días del festival. De ahí que muchas personas decidan alojar a festivaleros en sus casas durante los días del festival de forma desinteresada. El ambiente que se respira por las calles no hace más que contagiar el espíritu de buen rollo que mezclado con la brisa del mar cantábrico nos hace olvidar todo aquello que hemos dejado atrás hace 14 horas. Eso es… ¡Por fin estamos de vacaciones!






Continuamos nuestro tour de escenarios y esta vez nos encontramos con la formación inglesa de Milton Keynes, Heart of a Coward, una formación joven formada en 2009 pero que ha conseguido firmar con Century Media Records y quienes se apoderaron del festival con sus grandes temas “Shade”, “Hollow” o “Deadweight” arrancando la energía de un público que se despertaba pese el calor asfixiante.
Si bien la apuesta musical de The Algorithm, banda francesa que mezcla música electrónica con metal progresivo, es más atrayente que la de los Oathbraker, nos decidimos por los segundos para aprovechar un poco la sombra del Ritual Stage. El hardcore desgarrador de los belgas, deja sin aire al público con un sonido que parece poseído por el mismo diablo.
Momento de tomarse una pausa en la zona Pandemonium, una de las novedades del festival que permite a los festivaleros disfrutar de una zona reservada a un público reducido, con mesas con sombra, bares y baños reservados a los compradores de uno de los pases. Nos subimos al balcón para disfrutar de una vista privilegiada, si bien podría mejorarse, del Mainstage mientras Devil Sold His Soul ofrecen un show devastador a la espera de los primeros cabezas de cartel del día. En el Ritual Stage pudimos ver unos minutos de los americanos Defeater quienes no parecieron estar mucho en forma con respeto a otras ocasiones.
RESURRECTION FEST DIA 1
Pero pese a que nos resulte difícil alejarnos del centro de Viveiro llega el momento de hacer camino hacia el festival. La cola para las acreditaciones se ve despejada por lo que pensamos que la mayor parte del público ya está en el recinto de conciertos. Justo cruzar el arco de la entrada señalizado por el logo del RESURRECTION FEST y aguardado por un control de seguridad que nos repite varias veces que no se permite la entrada ni de bebida ni comida nos encontramos con una carpa dedicada al merchandising justo delante de un escenario cubierto bajo el nombre de Ritual Stage. Nos metemos debajo del techo para protegernos del sol y, porque no, para disfrutar de la prestación de los ingleses Landscapes. La banda de hardcore melódica liderada por un emotivo Shaun Milton, quien parece vivir las canciones como nadie, se hace con un público, más bien pasivo, que disfruta de los temas de Life Gone Wrong, el primer álbum de la banda que salió en 2013 de la mano del sello americano Pure Noise Records.
En el Chaos Stage (el segundo escenario al aire libre después del RF Mainstage) es la hora para los franceses Misanthrope, una banda vanguardista con elementos del doom y death, sobre todo con influencias de bandas como Candlemass o Paradise Lost. Su setlist de 35 minutos se ve un poco reducido para representar sus 9 álbumes de estudio. El sol intenso mezclado con la intensidad de la banda nos provoca un sentimiento de asfixia que pronto aliviaremos con un litro de la miraculosa Estrella de Galicia.




A las 19:30 en punto el carismático Max Cavalera salió en el mainstage, esta vez bajo el nombre de Soulfly en lugar de Cavalera Conspiracy como hizo en el Hellfest, para demostrar que sigue en plena forma arrancando con “Frontlines”, uno de los mejores temas de Soulfly. Pese a su paso por España en 2013, llevábamos cinco años sin ver a Soulfly en directo y en esta ocasión toda nuestra atención iba dirigida a Zyon Cavalera, hijo del frontman y batería de la banda desde 2013. “Prophecy” enloqueció al público como tema emblemático de la banda y “Seek’N’Strike” no hace otra cosa que rematar la faena. “Blood Fire War Hate” nos lleva en el 2008 con el álbum Conquer antes de atacar con el primer clásico de Sepultura “Refuse/Resist” coreado al unísono por el público. El repaso por su discografía sigue con “Carved Inside”, “Bloodshed” y “We Sold Our Souls”, otro tema coreado por el público frente a una excelente interpretación por parte del señor Cavalera. La parte final del concierto se desenvolvió con “Tribe”, “Back To the Primitive”, “No Hope = No Fear” y otro clásico de Sepultura que nunca puede faltar en los conciertos: “Roots Bloody Roots”. “Eye for an eye” sirve de despedida para la banda entre las ovaciones de todo el público.


El regreso de Suicide Silence no era poco esperado, después de la tragedia en 2012 con la perdida de Mitch Lucker, la banda busca retomar el camino que dejo cuando escalaban posiciones en el panorama musical a una velocidad de vértigo. Hernán Hermida, bajo el sobrenombre de Eddie, fue el encargado de ocupar el puesto de vocalista después de abandonar a su antigua banda All Shall Perish. El cantante de origen venezolano intento agradecer al público la bienvenida recibida por la banda. Si bien Eddie ha conseguido hacerse vocalmente con temas como "Wake Up" o "No Pity For a Coward" las diferencias vocales con Mitch Lucker son evidentes, y con ello se ha perdido esta capacidad para llegar a los tonos agudos capaces de cortar el tímpano que solo Lucker tenía. Seguramente esa diferencia es la que marca la mayor barrera entre los dos vocalistas y es el responsable que la gente se mantenga un poco reticente a este nuevo cambio, y es que los cambios en los roles de vocalista nunca fueron bien encajados y en este caso era más que evidente. Pese a que la banda no brilló lo que nos esperábamos, no podemos reprocharles nada ni a ellos ni al sonido, quien estuvo de su parte por lo que venía siendo el festival.



Refused eran el headliner de este primer día pese a tocar una hora justa en el Mainstage de 21.20 a 22.20. La banda de hardcore punk fueron una de las más esperadas en el Resurrection y el décimo aniversario del festival fue la ocasión para ofrecer un show que pareció meterse al público en el bolsillo pese a no convencernos a nosotros. Su intermitente trayectoria sumado a los cambios de formación nos dejan un poco perdidos pero su concierto por suerte se basó en sus mejores temas. Nos llama la atención “Françafrique” de su último trabajo Freedom publicado este año del que también sonó “Elektra”. Aunque si hubo un álbum que destacó en el live de la banda fue el The Shape Of Punk To Come publicado 17 años atrás y que ha marcado a varias generaciones. Su despedida con “New Noise” nos pilló en primera fila del Chaos Stage antes de perder la cabeza con Decapitated.
Desde el minuto la banda decidió dar lo mejor de sí, y no es de extrañar que el Chaos Stage se viera inundado de público con la prestación de los poloneses. Desde su reformación en 2009, la carrera de la banda parece haber despegado sobrevolando los mejores festivales del mundo a parte de los incontables tours por Europa y el mundo. Rafal Piotrowski contagia su rodamiento de cabeza con sus quilométricas rastas mientras Vogg nos deleita con sus riffs. Los dos últimos en llegar Pawel Pasek en el role de bajista y Michal Lysejko en las baterías nos demuestran que son virtuosos en su dominio. Su clásico “Spheres of Madness” nos acabo de romper las cervicales después de las 14 horas de bus. El concierto de Decapitated nos privó de Comeback Kid, una banda con el sello RESU en sus siglas. La banda canadiense de hardcore punk fueron uno de los grandes nombres que pasó por el Ritual Stage durante el fin de semana.


Los americanos Black Label Society eran esperados como los verdaderos headliners del Mainstage a una hora privilegiada. La banda que mezcla el sludge metal con el Groove, no brilla por su calidad en cuanto a sus composiciones, sino por la habilidad del grande Zakk Wylde en la guitarra. El señor Wylde es uno de los guitarristas más carismáticos que se dio a conocer por ser el guitarrista de gira de Ozzy Osbourne. Su agilidad con las cuerdas lo han convertido a un verdadero mito y el publico en Viveiro pudo disfrutar cada uno de sus solos, aunque a veces el exceso sea malo y los solos infinitos también se hacen pesados. En el escenario poco sitio hay si no es para su frontman, ya que el resto de músicos quedaron eclipsados, o más bien, apartados, para mostrarnos a Mr Wylde subido en una plataforma en el centro del escenario cantando con un micrófono del que colgaban cruces y calaveras. Su setlist vino compuesto por temas como “Funeral Bell”, “Heart Of Darkness”, “My Dying Time”, “Angel Of Mercy”, “In This River”, “Concrete Jungle” y “Still Born” entre otros temas. Todo bañado a base de solos y cambios de guitarra, a cual más llamativa. Un verdadero recital para los amantes de las seis cuerdas.
El día llegaba a su fin con los conciertos de Cannibal Corpse y Gama Bomb, antes del espectacular show de Berri Txarrak en el mainstage para celebrar sus veinte años de trayectoria. Cannibal Corpse demostraron que siguen siendo fieles a su género y que todos sus conciertos son iguales. Iguales de agresivos, iguales de rápidos e iguales de sangrientos, siempre con sus títulos más brutales y con un Corpsegrind que no tiene freno en su cuello.


Llego el turno para las bandas españolas: Berri txarrak y Toundra. Los navarros nos deleitaron con un setlist más rockero para celebrar sus veinte años como banda. Gorka salió enchufado al escenario interpretando los temas “alegia” y “Ordaina” incluidos en su último disco triple Denbora Da Poligrafo Bakarra. Con un sonido mucho mejor del que nos tienen acostumbrados y con una actitud arrolladora se metieron el publico en el bolsillo que animó y coreó canciones tan emblemáticas como “Denak Ez Du Balio”, “Bueltatzen” o “Kezkak”. El punto álgido de la actuación llegó cuando David nos obligó a agacharnos a todos hasta que empezó a sonar “Ikasten”. El Mainstage se vino arriba y empezó la locura para acabar con “Oihu”. Gran concierto de una de las bandas más reconocidas del panorama musical vasco a escala internacional, así da gusto celebrar veinte años.
Toundra dieron doble concierto. El primero fue en el Resucamp, un set acústico delante del bar y que muchos nos perdimos ya que se informó el mismo día por las redes sociales. Su segundo concierto fue en el Chaos Stage en un concierto que enamoró a todos los presentes. Los madrileños se definen como una banda de Rock instrumental pero sus melodías nos recuerdan a las mejores bandas de Post Metal como Sólstafir o Krákow. La mezcla de bandas y de influencias son infinitas y todo eso hace que la banda nos captive de forma hipnotizante. Lo peor de todo fue la hora del concierto, un poco tarde para este tipo de música, sobre todo después de un día interminable como el nuestro. Con Toundra nos fuimos a dormir mientras los más fiesteros siguieron con la covers de Deftones de la mano de los Defclones.

