Con Stridens Hus, se repite el ciclo de tres años entre álbum y álbum, y se compone de 7 canciones como en los anteriores álbumes. Sin embargo, la idea generalizada de que stridens Hus sería un Noregs Vapeen pt. 2, quedo desvanecida una vez se publico el álbum. Si bien algunos temas como Orm o Det Fins En Prins podrían haber sido encajados en su anterior álbum, nos damos cuenta que los cambios de ritmo son los reyes en Stridens Hus. Con Gamle Norig se despierta la fiera que sembrara el caos a lo largo del álbum. Vocalmente el álbum sigue en la misma línea que los anteriores: la excelencia. Los gritos de Hoest son de los más profundos, con un sentimiento entre el sufrimiento y la rabia. Stridens Hus da un paso hacia atrás para los oídos menos asequibles. A quien no le guste el extremo, el álbum le gustará un poco menos que Noregs Vaapen. Stank es un tema muy acelerado con un toque prog muy interesante pero no más que En Sang Til Sand Om Ildebrann un tema instrumental en pleno álbum que podría convertirse en la banda sonora de la carrera de Taake perfectamente. Su sonido helado nos recuerda a los fiordos noruegos y las montañas nevadas. Kongsgaard Bestaar y Vinger vienen a completar el álbum dando el protagonismo principal a las guitarras.