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Éste año decidimos que nada nos detendría a asistir a la décima edición del Resurrection Fest en Viverio, Galicia. un festival que no para de crecer superando el récord del año anterior y consiguiendo reunir unas 55.000 personas. 

 

Viveiro se tiñó de negro triplicando su población y con un ambiente hardcore-metalero significativo de la variedad y oferta musical que éste festival ofrece.

 

Zona de acampada

 

El festival ofrecía tres zonas de acampada, dos de ellas gratuitas. El Resucamp, zona de pago, gozaba de un emplazamiento privilegiado justo al lado de la zona de conciertos y disponía de wifi (muy lento, suponemos que por la cantidad de gente conectada), baños y duchas calientes. El espacio estaba dividido en parcelas para plantar las tiendas y en la zona central del recinto se ubicaba un pequeño bar con enchufes para poder cargar los dispositivos.

 

La zona de acampada gratuita se quedó pequeña debido a la gran cantidad de acampados provocando algunas molestias entre los festivaleros. Pero la proximidad a la playa y un buen sistema de transporte mediante autobuses a un precio asequible (1€ por viaje) la hacen una muy buena alternativa. 

Recinto

 

El Resurrection fest consta de tres escenarios: El MainStage, el más grande, el ChaosStage, mediano, y el RitualStage, el más pequeño y tapado que en las horas punta de sol es donde mejor se estaba.

También se habilitó unas zonas de actividades alternativas como las exhibiciones de motocross y skate, y no faltaron los stands de marcas afines al festival como Jägermeister, Vans, Arnette o EMP.

 

Dentro del recinto también encontramos una gran variedad de restaurantes, pizzerías, parrillas argentinas, kebabs, etc., y una gran cantidad de stands de merchandising, desde el oficial hasta pequeños tenderetes. Los baños fueron suficientes para acoger a la gran cantidad de gente que se congregó, aunque algunos más no hubiera hecho daño.

 

Zona Pandemonium

 

El abono VIP permite el acceso a la zona Pandemonuim, anexo a la zona de prensa y que contiene un zona elevada y enfocada al MainStage para poder disfrutar de los conciertos con una vista privilegiada, si bien podría mejorarse la ubicación. También disponía de baños propios, bar, restaurante y zonas para sentarse en la sombra. Una de las grandes ventajas que tenía el recinto era el poder pagar con dinero real.

Valoraciones positivas y negativas

Como puntos positivos del festival destacaríamos la eficiencia del servicio de autobuses desde las zonas de acampada al recinto, buena ubicación e higiene de los baños y una buena organización en el Resucamp.

 

Como notas negativas cabe destacar el cambio de horarios que tuvieron, que aunque se avisaban en la pantalla del festival ya no dio tiempo a cambiarlo en los folletos. También creemos que sería necesario alguna zona a la sombra para poder sentarse a comer.

 

Y mención especial para los precios desorbitados de las consumiciones a parte de la molestia de tener que pagar con tokens.

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